domingo, 6 de septiembre de 2009

CONTINUACION


Continuando con el tema anterior, tenemos que enfrente de la casa de Hiram Reyes y también enfrente de la estación del FC. se encuentra un espacio libre en donde originalmente estuvo la cancha de basquet. Ahi se vivieron grandes tardes llenas de fiesta, alegría y rivalidades originadas por los partidos entre las quintas de Parián y Olivera que casi siempe terminaban en un gran pleito no solo entre los equipos rivales sino que también tomaban parte los asistentes y del lado de los de Olivera hasta algunas mujeres le entraban a batalla campal que dejaba ojos morados, bocas sangrantes, uno que otro diente zafado y ropas desgarradas pero muy en alto el orgullo del equipo vencedor, que la mayoría de las veces era la quinta de Parián.

Era muy bonito ver como se iniciaban estas tardes, con los preparativos para dejar el campo bien barrido y dibujada con cal los límites y áreas de la cancha, alineando bancas y sillas tomadas de la escuela, alrededor del campo de juego, para comodidad de los asistentes dejando un espacio especial destinado a las Madrinas. Porque en ese tiempo no había partido que se respetara si no había Madrinas. Estas eran escogidas entre las muchachas mas bonitas o populares de cada uno de los pueblos que se enfrentaban y que jugaran como locales, es decir si el juego era en Olivera, las Madrinas eran de allá y si el juego era en Parián, ahí estaban presentes las bellezas del lugar.

El juego no daba inicio hasta que no estuvieran todas las madrinas, las que al fin mujeres, se hacían esperar e iban llegando poco a poco, luciendo sus mejores galas sintiéndose soñadas y mas aún cuando que al llegar todo mundo estaba pendiente de ellas y si había alguna orquesta para amenizar la tarde, eran recibidas con una sonora "Diana". Era costumbre de entonces que cada una de las chicas elegidas, le regalara a un jugador del equipo vencedor, una banda confeccionada por ellas mismas con un listón del color que fuera y decorada con sus propias manos con flores, lentejuela, chaquira o lo que mejor le pareciera a la madrina, algunas las adornaban hasta con monedas de plata y le ponían especial interés a la confección de su banda porque tal vez sería entregada al novio o pretendiente que tuviera entre los jugadores del equipo de casa. Por ese motivo las madrinas se convertían en una ruidosa y alentadora porra del equipo local, para que ganaran el partido, porque si lo perdían, con todo el dolor de su corazón tendrían que entregar esa banda, que sentimentalmente ya le tenían dedicada a alguien, a algún jugador del odiado equipo rival. Se llegaron a dar casos en que al suceder esto, alguna apasionada madrina se negaba terminantemente a entregar la banda al no ser el ganador el que ella hubiera querido y era ese motivo un pretexto mas para iniciarse la golpiza generalizada. Muchas veces así terminaban estos encuentros, pero también hubo ocasiones en que al terminar el partido, jugado en cancha de Parián, hacía su aparición Alfonso Cruz armado de su guitarra y sentado en una silla al centro de la cancha deleitaba a los presentes con las canciones de moda y algunas debidas a su inspiración. Este cantautor era invidente y familiar de doña Eustolia Ramírez, aquí empezó a dar sus primeros pasos en eso de la cantada, logrando con el tiempo hacerse de un nombre dentro del movimiento artístico de la ciudad de Oaxaca y haciéndose famoso en la bohemia del valle y algo mas allá. Durante mucho tiempo estuvo como principal atractivo en el restaurante El Regio, en la colonia Reforma y propiedad de Daniel Hernández, actual Agente Municipal de Parián y originario de este lugar. Ya que menciono esto, déjenme contarles algo que habla de la gran capacidad que adquieren otros sentidos en el caso de las personas que carecen de la vista: En los años ochenta, se celebró una reunion de paisanos parianeros o parianenses, como prefieran, precisamente en el restaurante el Regio, a la que acudimos muchos de los nacidos en Parián y al término de la comida, Ponchito, como se le decía entre los de su confianza, nos emocionó con su guitarra y su voz. A este convivio asistió entre otros mas, mi primo Beto Carrera, quien al ver a Alfonso, se levanta de su mesa y se acerca a saludarlo, respondiéndole Alfonso: que tal, como estás, que milagro que andas por aquí. Mi primo bastante escéptico y sorprendido por esa respuesta le pregunta: Alfonso , sabes con quien estás hablando? y Ponchito le contesta: Claro, que no eres tu Beto Carrera?............ Lo sorprendente de esta respuesta es que en ese entonces ya hacían mas de ¡¡treinta años!! que mi primo y Alfonso no habían cruzado palabras y sin embargo el desarrollado oído del artista lo había reconocido. No se si aún viva Alfonso, pero sirvan estos recuerdos para tener presente a otro personaje de la vida de nuestro pueblo.

Dejamos atras la antigua cancha y ahora estamos en el puente.Este también tiene su historia y vino a sustituír al primer puente que se hizo sobre este río, el Puente Colgante que ya pocos recuerdan haber visto y mucho menos haberlo usado, al que yo solo lo he visto en una antigua foto y tuve referencias de el solo por lo que me contaron mis padres. Este puente me parece que estaba en otro lugar y no en el sitio que ocupa el actual. El que hasta ahora existe fué construído por el ferrocarril y era basado en pilotes de madera asi como toda su estructura, los barandales a los lados eran formados con postes también de madera y cuatro líneas de tubos metálicos los que aunados al piso formado con largos tablones le daban una vista elegante y sólida. Se mantuvo asi durante muchos años, no sé cuantos, pero en el año de 57 o 58 del siglo pasado, fue un año en que la temporada de lluvias resultó muy intensa, el río tuvo varias crecidas grandes que fueron minando la resistencia del puente y por fin en una tarde el río creció de tal manera que sus aguas

llegaron a pasar por encima del puente y con tal furia corría arrastrando árboles y piedras de gran tamaño, que era impresionante oír el ruido que producían al chocar contra los pilotes haciendo cimbrar toda la estructura y presagiaban su total destrucción. Todo el pueblo estaba viendo los embates del río contra el puente y esperando verlo sucumbir a la fuerza desatada de la naturaleza, el agua en esta parte corría con mas fuerza al verse encajonada por las construcciones hechas a ambos lados de sus márgenes y el río se empezó a desbordar y a correr por las calles del pueblo, todos decían que si seguía lloviendo, aparte de que el puente se caería, el pueblo se iba a inundar. Afortunadamente la lluvia dejó de caer, el río ya no subió de nivel, el puente no se cayó pero quedó inservible. Por un tiempo quedamos aislados del ferrocarril, el río continuaba con mucha agua y nadie se atrevía a pasar por el puente que continuaba moviéndose con el paso de la corriente. Cuando la temporada de lluvias terminó y gracias a las gestiones que se hicieron ante la gerencia de los FF.CC. la empresa dió inicio no a la reconstrucción del puente, sino a hacer uno nuevo, ya con una mejor estructura y acorde a los tiempos que corrían, aunque los pilotes siguen siendo de madera pero ya asentados en bases de concreto y el cuerpo del puente formado por trabes metálicas. Es así como luce hasta la fecha.


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