Junto a la casa detallada en la entrada anterior, se encontraba un espacio aparentemente vacío al cual daban sombra unos eucaliptos los que a su vez estaban a ambos lados de una escalera de piedra que daba acceso a la casa que ahí había pero que desde la calle no se veía por los árboles mencionados mas otros que crecían junto a ellos y que no recuerdo a que clase pertenecían. La casa se encontraba casi oculta y la propietaria era doña Aurelia Ordiano. En ella vivía con sus hijos , del mayor por mas que estoy forzando la memoria no logro recordar su nombre,pero si recuerdo que se casó con una guapa muchacha llamada Elpidia y tenían un hijo llamado Jaime Camacho, el otro era el gûero Gumersindo Leyva Soto (QEPD) y el tercero es René, quien hace unos pocos años regresó a vivir por un tiempo al pueblo. Actualmente me parece que vive en Oaxaca. Gumersindo a quien todos le decían Gume o Gûero radicaba en el D.F. y se mantenía siempre en contacto con las personas de Parián que viven en la ciudad de México, pero desafortunadamente hace cosa de mas o menos tres años, ya no contamos con el. Doña Aurelia también paso a mejor vida hace muchos años y sus restos descansan en el cementerio del pueblo.
Este terreno actualmente luce muy diferente a como lo describo al inicio de estas líneas ya que cambió de propietario y ahora sus nuevos dueños , que son el matrimonio formado por la Gûera hija de Zabulón y Sarita Camacho y Juan, un muchacho que llegó a Parián como empleado de Telégrafos y quienes residen en Oaxaca pero que siguen fieles al pueblo y sus tradiciones, han construído una nueva casa y que viene a ser de las construcciones que poco a poco van transformado la imágen de nuestro terruño.
Mas adelante y por el mismo lado de la calle se encuentra el Templo dedicado al culto del Protestantismo, pues a pesar de que siempre hemos sido pocos habitantes, en el pueblo ha habido diversidad de religiones sin que ello signifique diferencias de ningun tipo, hubo incluso un tiempo en que se decía que hasta masones había en el pueblito. Hasta la fecha este templo se mantiene vigente y se siguen celebrando oficios propios de esta religión.
Siguiendo por este lado de la calle nos encontramos ya casi a la salida del pueblo con rumbo a El Progreso y aqui se forma una curva que conecta con el Camino Real como le llamaban a principios del siglo pasado o con la Carretera como le decíamos los de mi generación y que ahora no se como le digan los chavos pero que tiene como última o primera casa, según sea la dirección que se tome, una que es propiedad de don Roberto Bravo (QEPD) y que en algún tiempo estuvo habitada por una familia llegada de la Cañada, no se si de Tomellín, Cuicatlán o de algún otro lugar de esos rumbos, pero si recuerdo muy bien que en esa familia había unas muchachas muy guapas, tanto que en el pueblo se les conoció por "Las Bonitas", una de ellas era precisamente Elpidia, la que nombro anteriormente. Eran la admiración de todos los jóvenes de esa época y la envidia de todas las chicas del lugar que se sintieron desplazadas del afecto de los galanes locales.
Después de un tiempo estas personas se fueron del pueblo y la casa volvió a quedar desocupada, como hasta hoy en día sigue. Como don Roberto ya falleció, esta propiedad debe de ser de algún miembro de esta apreciable familia.