martes, 8 de marzo de 2011

LAS CASAS DE PARIAN (Continuación)


Este nuevo relato es también de la misma casa de la que hablaba en el anterior y cuando doña Josefa y Mina salieron del pueblo estuvo cerrada hasta que la familia formada por Leoncio Reyes Sánchez y doña Aurelia Ayala Reyes la adquirieron y ahi vivieron con sus hijos Graciela, Blanca, Paco, Paulino,Guadalupe y Rosa.

Pusieron ahi un negocio de billar y venta de cerveza el cual era atendido por doña Lela mientras Leoncio se ocupaba de manejar un viejo camión marca International al que bautizaron con el simpático nombre de "El Chimengüenchón" y transportaba manganeso de las minas a Parián.

De este matrimonio no se podría decir quien de los dos era mas simpático y alegre pues los dos eran de magnífico carácter y sangre muy ligera lo que hacía que los dos fueran personas muy bien apreciadas por todo el rumbo. Tenían en su negocio un tocadiscos para disfrute de la clientela pero también para amenizar fiestas, reuniones y hasta bailes populares lo que hizo que Leoncio, con esa chispa que tenía no solo ponía la música mas bailable sino que tomando el micrófono se convertía en el animador del evento, dedicando piezas a quien lo solicitara o a el se le ocurriera, invitando a los bailadores a la cantina, haciendo bromas y cuanto se le viniera a la cabeza para que el baile cobrara animación. Recordando todo esto no puedo dejar de pensar que en este aspecto, guardando las proporciones, Leoncio se adelantó bastante a su tiempo y realmente era ya lo que hoy se conoce como los llamados Sonideros que tan famosos y cotizados son en la actualidad. Esto le valió para que su tocadiscos fuera contratado por los diferentes pueblos circunvecinos y con la condición de que fuera el personalmente.

Asi llevaba la vida hasta que inesperadamente encontró su fin en una volcadura que sufrió con el camión que manejaba en el trayecto de Huauclilla a Parián y a la cual no pudo sobrevivir.


Ya cuando sus hijos crecieron, salieron a radicar a la ciudad de Oaxaca en donde han vivido hasta la fecha y en donde doña Lela dejó de existir y sus restos, igual que los de Leoncio, descansan en el panteón de Parián.


La foto de hoy nos muestra a los antiguos vagones del tren y la moda varonil de esos tiempos. Esta foto la podemos admirar gracias a la cortesía de Esperanza Cruz quien amablemente sigue colaborando con este blog.

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