jueves, 27 de septiembre de 2012

Las casas de Parián (Continuación)

Siguiendo los relatos, ahora nos situamos en la casa que hasta donde recuerdo era propiedad de Maurilio Ramírez, una persona que tenía ahí mismo una tienda y vivía con su familia formada por su esposa y sus hijos. Los nombres de los miembros de esta familia no los se pues esta casa la recuerdo cerrada y sin que nadie viviera ahí. Tengo entendido que como muchos, en cuanto dejó de tener el pueblo las oportunidades que brindaba, emigraron en busca de mejores oportunidades y parece que actualmente radican en Oaxaca.
Esta casa fué adquirida por don Alfredo Bolaños cuando por jubilación dejó de trabajar como jefe de la oficina de Telégrafos Nacionales y la remodeló pensando en vivir ahí por el resto de sus días en unión de su esposa doña Margarita Manzano, pero una enfermedad lo obligó a trasladarse a Oaxaca para su atención médica y ahí se quedó a vivir hasta que el destino lo alcanzó. De esta familia, de quienes tengo muy buenos recuerdos ya hice un relato en publicaciones anteriores.
A don Alfredo Bolaños le compró esta casa su actual propietario, Armando Ayala (QEPD) y actualmente la habita su esposa Marthita Buy en unión de su apreciable hija Martha.
Armando como todos sabemos era el último hijo varón de don Enrique Ayala y doña María Reyes. Tuvo de profesión Telegrafista y haciendo carrera en este ramo de las comunicaciones estuvo en diferentes lugares trabajando como tal. Como a todos, le llegó el tiempo de jubilarse y es cuando decide, como buen parianero, retornar al pueblo con la familia que ya había formado permaneciendo ahí y prestándole su valiosa colaboración en difrentes actividades a la tierra que lo vió nacer.  
Tocando otro tema, muy lamentable, vaya desde estas líneas un sentido pésame para la familia Cruz Ochoa y sus descendientes por el  deceso de Guadalupe, a quien cariñosamente le decíamos La Morena. Y siguiendo con lo mismo desafortunadamente también tocó el destino a Erubiel Ayala por lo tanto también a sus hijos y hermanos les doy sinceras condolencias por este mal suceso. 


Otra foto del recuerdo es esta que nos muestra una imponente máquina Diésel haciendo su entrada a la estación Parián. Debemos esta imágen a la colaboración del buen amigo y paisano Arturo Alcázar Méndez.