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Siguiendo con nuestro relato ahora vamos con la casa de Doña Teresa Sánchez en donde esta señora tenía su negocio de fonda y hospedaje pero en donde tambien había todo un ambiente bohemio y alegre para todo aquel que se llegara ahi. Tenía una fachada muy típica con sus dos pinitos flanqueando la casa blanqueada de cal, bajo uno de estos el "puesto" en donde vendía por la mañana ricas gelatinas, al medio día después de "Pasajeros" sabrosos raspados y por la tarde unos dulces de leche deliciosos asi como unos riquísimos panqués que sabían y olían como no he vuelto a saborear. Los fines de semana por la noche peparaba unos tamales de mole que no tenían rival y los domingos por la mañana se despachaba un pozole de cabeza o de pollo como pocos. Era doña Tere o mamá Tere como le decían sus allegados una persona de fuerte carácter, con una sonrisa muy pícara que dajaban brillar unos dientes de oro que eran su orgullo. De ella se pueden contar también muchas historias, como eso que siempre tenía perros muy bravos o guajolotes que a todo aquel muchito que pasara muy cerca de su casa lo perseguían tirandole aletazos y picotazos. Eso a mi me sucedió y cuando tenía que pasar por ahí tenía que tomar mis precauciones. Era doña Tere muy cantadora y siempre andaba canturreando, como ella decía, alguna canción de Lara o uno que otro chotis como también ella decía porque se sabía canciones muy antiguas. Por cierto antes que Javier Solís pusiera de moda esa canción que en parte dice: "y cuando nadie escuche mis canciones ya viejas, detendré mi camino en un pueblo lejano y ahí moriré...." ella ya la cantaba muchos años antes. Una canción que se inventó y le gustaba cantar mucho era una que la decía así: Chispo ratutá tutá, chispo ratutá tutá, y ese loro real yo me lo encontré, arriba de un árbol colgado de un pie, dicen que es de don Enrique y que yo me lo robé, chispo ratutá tutá chispo ratutá tutá y decía mas cosas acerca de el dichoso loro pero solo recuerdo esa parte. Volviendo a su casa, la tenía acondicionada para recibir huéspedes de diferente nivel y así tenía varios cuartos, el primero estaba con su ventana con cortinas muy alegres, la cama muy bien hecha con su colcha de parches de colores, un tapete al pie, una mesita de noche con su mantel y encima una lámpara de petróleo con una pantalla de tejido de gancho, el segundo cuarto ya no estaba tan arreglado como el primero y asi iban bajando en arreglo y mobiliario los que le seguían hasta llegar al último en el que la pobreza para el que estaba destinado era mas que evidente. Enfrente de esos cuartos, el patio estaba adornado con macetas de flores muy bien regadas y creo que hasta un árbol de granadas había. A la entrada de la casa estaba el lugar en que se servía la comida y la cocina, este espacio se comunicaba con una sala donde estaba la "Vitrola" y había asientos dispuestos alrededor y colgando del techo y en las paredes unos faroles o quinqués que le daban iluminación por las noches y atrás de esto estaban los cuartos que he mencionado antes. Algo muy simpatico que recuerdo y que nos dá una idea del carácter alegre de doña Tere es que una vez, quien sabe porqué, se vió envuelta en diferencias con la autoridad del pueblo y se vió arrestada y confinada a la cárcel y allá fué a dar. Al verse en esa situación y para demostrar que a ella no la iban a humillar con eso, se las ingenió para que le llevaran a su prisión su máquina de coser e inmediatamente hizo una cortinas muy floreadas y las puso en su celda, también mandó por su "vitrola" y algunas otras cosas de su casa y ahí estaba muy comodamente instalada y feliz de la vida lo que hizo que todo el pueblo desfilara por ahí convirtiendo en un espectáculo el castigo que le querían dar lo que obligó al Agente Municipal
a ponerla en libertad para que su autoridad no se viera rebasada.
Tuvo doña Teresa como hijos a Beto y Mauricia, Beto vivió en el D. F. y se trajo para acá a doña Tere cuando ella se puso enferma y aquí murió y sus restos descansan en este lugar. Como reseñé hace poco tiempo, Beto también ha muerto y Mauricia me parece que sigue viviendo en Oaxaca.
Las fotos que tenemos ahora son por cortesía del buen amigo Arturo Alcázar y le agradezco su gran colaboración con este blog.
Esta vista que nos muestra al tren viajando por ese hermoso paisaje de nuestra tierra con sus enormes montañas formando los inicios del Cañón de Tomellin nos hace recordar las palabras del poeta que en su Suave Patria dice que "El tren va por la vía como aguinaldo de jugetería"
Y que decir de lo que nos muestra la foto del Pasajuego, una visión que forma parte de la historia de nuestro pueblo, una imagen que nos dice de días ya idos, de fiesta, pasiones y emociones domingueras que en nuestra tierra fueron.
Gracias Arturo y no dejes de brindarnos tu colaboracion.